Indicaciones del PET en Oncología: cuándo realmente aporta valor
La tomografía por emisión de positrones (PET/CT), especialmente con 18F-FDG, se ha consolidado como una herramienta fundamental en el manejo integral del paciente oncológico. Su principal aportación es la evaluación metabólica tumoral, permitiendo detectar actividad neoplásica incluso antes de que existan cambios anatómicos visibles.
A continuación, se agrupan las indicaciones clave aprobadas y respaldadas por guías internacionales (NCCN, ESMO, SNMMI).
🔹 1. Estadificación inicial
El PET/CT es especialmente útil para definir la extensión real de la enfermedad y planear tratamiento. Las mejores indicaciones:
- Linfomas (Hodgkin y No Hodgkin) → Gold standard
- Cáncer de pulmón (NSCLC) → evaluación de mediastino y metástasis a distancia
- Cáncer de esófago
- Cáncer de colon y recto (en enfermedad localmente avanzada o sospecha metastásica)
- Melanoma (estadios III–IV)
- Cáncer de cabeza y cuello sin metástasis cervicales claras
🔹 2. Búsqueda de tumor primario oculto
- Pacientes con metástasis cervicales de primario desconocido
- Metástasis múltiples sin origen claro
El PET/CT ayuda a localizar el tumor primario en un porcentaje significativo de casos.
🔹 3. Evaluación de respuesta al tratamiento
Indispensable en:
- Linfomas (criterios Deauville)
- Terapias sistémicas en pulmón, mama, melanoma y colon
Su capacidad para detectar cambios metabólicos antes de variaciones en tamaño lo hace mucho más sensible que la tomografía convencional.
🔹 4. Sospecha de recurrencia o progresión
El PET/CT es superior para detectar recaída cuando:
- Hay incremento de marcadores tumorales sin hallazgos en TAC (CEA, CA 19-9, CA 125, etc.).
- Hay sospecha clínica o radiológica de recurrencia.
Útil en cáncer de colon, ovario, tiroides diferenciado y cabeza y cuello.
🔹 5. Planeación de radioterapia
Permite:
- Delinear volúmenes objetivo con mayor precisión.
- Diferenciar tumor residual vs. fibrosis postratamiento.
- Evitar irradiar tejido sano innecesario.
Muy útil en: linfoma, pulmón, cabeza y cuello, y esófago.
🔹 6. Valoración de lesiones inciertas
Cuando el diagnóstico diferencial entre benigno vs maligno es difícil (p. ej. nódulo pulmonar), el PET orienta:
- Lesiones > 8 mm
- Sospecha intermedia
Aunque no sustituye biopsia, mejora la selección del sitio a muestrear.
🔹 7. Confirmación de enfermedad metastásica
Útil en:
- Pulmón → detección de metástasis extra-torácicas
- Melanoma → metástasis óseas, ganglionares o viscerales
- Páncreas → estadios avanzados o recaída
- Cáncer gastrointestinal → metástasis hepáticas y peritoneales de difícil detección por TAC
🔹 8. Cáncer de tiroides diferenciado refractario a radioyodo
En tumores que ya NO captan yodo, el PET-FDG es esencial para localizar enfermedad residual o metastásica activa.
❗ Situaciones donde NO es de utilidad
- Cáncer de próstata (excepto PET con PSMA)
- Tumores de bajo metabolismo como:
- Carcinoides bien diferenciados
- Meningiomas
- Cáncer renal bien diferenciado
- Vigilancia rutinaria sin síntomas o sin sospecha clínica
- Lesiones muy pequeñas (< 5–6 mm)
Conclusión
El PET/CT es una herramienta altamente sensible y decisiva en la oncología moderna, especialmente para la estadificación precisa, evaluación de respuesta, detección de recurrencia y planeación de radioterapia. Su uso adecuado permite tratamientos más dirigidos, menos tóxicos y con mejores desenlaces.
