Radiografías:
- Usadas en la evaluación inicial
- Guían el diagnóstico diferencial al determinar localización, mineralización y márgenes
- Mala definición del componente de tejidos blandos
Tomografía computada:
- Confirma el origen óseo
- Mejor definición de márgenes, matriz interna, mineralización, destrucción cortical y reacción periosteal
RM:
- Útil para determinar tamaño y localización de médula y tejidos blandos
- Mala sensibilidad para detección de calcificación o reacción periosteal
- Planeación preoperatoria al indicar estado articular y vascular
- Pueden identificar “skip lesions” en un hueso en particular
- Valorar vascularización del tumor y planeación para biopsia
- Útil para monitorizar respuesta a tratamiento
Gammagrama óseo:
- Demuestra múltiples lesiones radiográficamente ocultas
- Limitada por especificidad, detecta lesiones malignas y benignas
- Estudio de cuerpo entero, útil para estadificación
- Demuestra la distribución de la enfermedad
- Útil para monitorizar respuesta a tratamiento
PET:
- Útil para la detección de enfermedad metastásica
USG:
- Poco útil en el estudio de tumores óseos por sombra acústica de la corteza
- Estudio del componente de tejidos blandos (extraóseo)