La prueba de ADN en heces es una herramienta no invasiva que permite detectar el cáncer de colon y pólipos precancerosos mediante la identificación de alteraciones genéticas en células que se desprenden del revestimiento del colon y se eliminan con las heces. Este tipo de examen busca mutaciones específicas en genes asociados con el desarrollo del cáncer colorrectal, como KRAS, NDRG4 y BMP3, así como cambios en la metilación del ADN.
A diferencia de la prueba de sangre oculta en heces, que solo detecta sangre, el test de ADN fecal puede identificar lesiones precoces incluso antes de que sangren, aumentando así la sensibilidad para la detección temprana. Es especialmente útil para personas con riesgo intermedio, aquellas que no desean someterse a una colonoscopia inmediata o como complemento en programas de cribado poblacional.
Si bien es un método prometedor, una prueba positiva siempre requiere confirmación mediante colonoscopia, ya que esta sigue siendo el estándar de oro para diagnóstico y tratamiento de lesiones. La prueba de ADN en heces ha demostrado mejorar la detección temprana, permitiendo intervenciones oportunas y reduciendo la mortalidad por cáncer colorrectal, especialmente cuando se combina con seguimiento regular y estrategias de prevención adecuadas.